No se trata de una nueva modalidad de robo, sino de una nueva modalidad de terror. Si en Buried, enterrado la película se desarrollaba íntegramente dentro de una caja de pino, en ATM todo ocurre en el pequeño espacio acristalado del cajero automático de una sucursal bancaria.
El factor común de ambas películas es su guionista Chris Sparling, que consigue que la oscuridad de la noche, el reducido espacio del cajero, la ausencia de teléfonos móviles y un hombre encapuchado con una parka pongan al límite la amistad de tres jóvenes compañeros de trabajo en su lucha por recorrer el pequeño espacio que hay desde el cajero hasta el coche en el que han llegado.
¿Te atreves con el trailer?
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