Si había algo que tenía Público, independientemente de las ideologías políticas de cada uno, era un cuidado diseño con el que revolucionó el gris y anclado aspecto de los periódicos impresos. Por mucho que los payasetes de Intereconomía digan que era un periódico en colorines y letras extragrandes adaptado para chavalines de extrema izquierda con la cabeza llena de consignas y prejuicios logsianos. Qué sabrán ellos de diseño.
Un par de ejemplos:
Desde esta ventana, mi más profunda tristeza por la desaparición de Público. Aunque otros se alegren.
1 comentario:
Creo que la diversidad de opinión es básica, y por tanto lamento la desaparición de cualquier medio que diga lo que piensa, aunque lo que piensa no sea lo mismo que yo pienso. Eso es libertad y respeto.
Y lo que pienso es que cadenas como Intereconomía le hacen un flaco favor a la sociedad fomentando el extremismo, el fanatismo a la futbolera y la ruptura social.
Necesitamos entendernos para llegar todos juntos a buen puerto, que a fin de cuentas es el bien común, pensemos como pensemos y seamos como seamos.
En una sociedad en la que los políticos han olvidado a unos predecesores que fueron capaces de darse la mano y al grito de "libertad sin ira" salir de una dictadura sin más derramamiento de sangre que el de dos deplorables bandas terroristas, me da verdadera pena que desde hace más de una década el interés de los líderes del estado se centre única y exclusivamente en volver a crear una ruptura y división con el único fin de obtener ventajas electorales.
La virtud, la lógica, la coherencia y la objetividad no está en los extremos, si no en el punto medio. Desde ahí puede observarse todo con mucha mejor perspectiva, y puede moverse de un lugar al otro de la cuerda cuando sea necesario. Y la necesidad, es la de todos, no la unos en contra de todos.
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