Le sigo echando de menos. Parece que fue ayer cuando le despidieron por su éxito y ya han pasado tres años, ya que en 2006 fue su última aparición. Creo que es lo único de la Navidad que me gustaba: esa mirada inquietante, herética, esa forma de esparcir la suerte en forma de suaves soplidos por todo el país, esa vestimenta sobria, negra, acorde a la ausencia del color en los anuncios, en fin, nuestro "calvo de la Lotería" nos dejó por canibalizar el producto y como tantos otros feneció por sus logros. Ahora el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado se dedica a plagiar en otros anuncios y los que hace por Navidad no tienen ni punto de comparación con los del famoso calvo. In memoriam.
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