Desde el Círculo de Bellas Artes en el 98, La Riviera, el Palacio de los Deportes, 2 son multitud con Fito en Getafe, Metrorock en Cantarranas, Palacio de Congresos, Fiestas del Pilar en Zaragoza y La Riviera nuevamente... han sido muchas las noches con Calamaro. Y si tengo que elegir la peor, me quedo con la vivida anoche en La Riviera.
Calamaro me dejó a medias. Como si de un esperado polvo musical se tratase –que acaba por terminar en desastre a causa de los altibajos que el ánsia produce– Andrelo conseguía acercar al personal al clímax para acto seguido dejarlo abandonado en medio de la pista. Fue un concierto egoista en el que el anfitrión tocó su repertorio en el orden que le vino en gana sin tener en cuenta a su audiencia. Si bien los temas estaban bien elegidos, no acertó el genio encadenando canciones (inexplicable escuchar Ansia en Plaza Francia tras el orgasmo de luz y sonido de Los chicos).
Tal y como anunciaban las crónicas del show del miércoles, el verdadero concierto comenzó a la hora de concierto (y aún así...) cuando a las 22.30 llegó el carro de paradas e hizo sonar los primeros acordes de Todavía una canción de amor seguidos de la presentación de la banda y el Me estás atrapando otra vez. Temas que reanimaron a un público que volvió a dejar caer cuando lo remató con Te solté la rienda.
Aún así, sin más compañía que su E Street Band particular (no hubo amigos invitados), Calamaro demuestra su grandeza cuando con solo unos pocos temas bien –muy bien– tocados (no faltaron Flaca, Alta suciedad, Crímenes perfectos, Estadio Azteca... ni por supuesto Paloma) y a pesar del pésimo sonido de La Riviera, termina por salvar más de dos horas de concierto, dejándo al personal con algo de sabor a garrafón pero con la sensación de haber amortizado los 41,40 euros que costó la entrada.
A favor de la noche, el poder escuchar en directo temas hasta ahora guardados en la recámara como Output, Input, All you need is pop o Revolución turra. Tampoco faltó la ironía con las 4 rosas de los Gabinete ni el guiño torero con el pase final saludando a la audiencia.
El sábado, en Vigo, fin de la gira. Allí estaremos también. Esperemos que con un repertorio mejor estructurado y con copas un poco más baratas.
2 comentarios:
Desde luego es un crimen, prefiero los calamaros en su tinta. Por lo menos en Vigo se amortiza el viaje con las mariscadas. (Para gustos los colores) Recuerdo un viaje a Badajoz para ver a Fito y me subí con dos paletillas de bellota.
los calamarianos no parais d kejaros x todo lo que hace cuando deberiais disfrutar de alguien capaz de dar mas de 2horas de concierto hoy en dia, que no para de sacar nuevos temas ahondando en las profundidades de la musica y que cuida a sur seguidores como Calamaro. Una suerte. A disfrutarlo
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