El aparcar es una misión a veces imposible y en Japón debe de ser algo parecido a que te toque el bote de los Euromillones: la misma probabilidad tienes de acertarlo que de encontrar un sitio libre, cero. Pero contra la ley de las probabilidades está el ingenio humano y está chica ha encontrado la solución para aparcar en cualquier sitio. Si no hay plazas me fabrico una.
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