El caso más extraño es la denuncia a tres compañías que se limitan al transporte escolar, por lo que alegan que en los trayectos no utiliza ningún medio audiovisual, pero parece que según la SGAE y el Ministerio de Cultura, todos los poseedores de aparatos somos culpables de su utilización fraudulenta mientras no se demuestre lo contrario (aunque estos elementos vengan de serie) la Audiencia de Zaragoza ha rechazado estos argumentos.
En opinión de Jorge del Corral, este ejemplo deberían seguirlo los demás consumidores de derechos de autor porque, como dice el refrán, muerto el perro, se acabó la rabia. En la era digital resulta chocante que el ciudadano no haya iniciado una rebelión contra los diezmos del lobby cultural y castigado con su voto a los partidos políticos que se han encamado con él.
Así que ya sabes, si vas a viajar en bus y quieres escuchar música o ver una película, llévate tu reproductor con los cánones pagados.
Ilustración: Manel Fontdevilla
Nota: mi opinión se limita al texto en cursiva. Por lo que pueda pasar.
2 comentarios:
Ya se sabe, son la SGAE. Su ansia recaudatoria no tiene límites y con el beneplácito de todos los gobiernos. Me parece muy bien la decisión de esas compañías. Lo siento por los viajeros. Es una pena que no se puede hacer también en bares, discotecas, etc. No es viable. Perderían la clientela.
Podría darme la vuelta y decirte esto mismo, incluso podría abrazarte en un momento de emoción, pero como hemos montado esto para algo pues...
¡¡Qué razón tienes!! Mientras internet ha hecho del espacio audiovisual su propia revolución francesa, los hay que quieren seguir viviendo como reyes...
Publicar un comentario