
Aunque cada vez quedan menos se pueden reciclar las viejas Olivetti con las que escribíamos antes de la aparición de los PC de una forma distinta a la de tirarlas al contenedor más cercano y que acaben en un vertedero. Hay un escultor que las utiliza para sus creaciones. Se llama Jeremy Mayer y vive y trabaja en Tahoe City, California. Con las viejas máquinas de escribir realiza figuras humanas a tamaño natural, insectos inspirados en relatos de ciencia ficción, esqueletos, etc. En sus esculturas hay entre 60 y 1000 partes de máquinas. Su web aquí.

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