Guitarra en mano, lejos de su escondite habitual tras los teclados y haciendo algún que otro malabar con el soporte del micrófono, el imponente Andrés se mantuvo al frente de la gran banda de rock que ha formado para esta gira. Junto al habitual bajo de Candy Caramelo, con el que llegó incluso a hacer un dúo con el tema "Elvis está vivo", se rodeó de la potencia de 3 guitarras más, las de Julián Kanavdky, Diego García y Geni Avelló y los inconfundibles y clásicos Niño Bruno a la batería y Tito Dávila ante los teclados.
Fueron más de dos horas del mejor Calamaro (él quería tocar tres horas, los organizadores le dijeron que dos), que semioculto detrás de sus gafas de toda la vida, demostró estar en uno de sus mejores momentos, disfrutando de cada segundo de la noche y repartiendo caña a diestro y siniestro con un repertorio minuciosamente seleccionado, en el que no faltaron grandes clásicos de Los Rodriguez como el "Canal 69" y "Sin documentos", viejos temas como "Estadio Azteca", "Crímenes perfectos", "Chicas", "Loco", "Me arde", "Flaca", "Alta suciedad"... y unos cuantos más de su último álbum "La lengua popular" entre los que sonaron "Los chicos", "Carnaval de Brasil" y "Soy tuyo". También estuvo allí Jaime Urrutia para interpretar con él "Cuatro rosas" e incluso hizo un hueco para un par de tangos con la única compañía de Tito Dávila a los teclados.
Un concierto vibrante, emocionante, definido, claro, elegante y perfecto en el que toda la familia de salmones nos entregamos de principio a fin, desde que el gran Andrés pisó el escenario hasta la última nota de "Paloma" que una vez más tocó la fibra y puso el broche final a una noche inolvidable.
Dice Calamaro en su blog que las críticas del concierto de Madrid son una avalancha de los mejores cumplidos que pueda soportar un músico, digo yo que eso será porque se lo ha ganado.
Melancolía, felicidad y muchas ganas de volverle a ver, con la sensación de que todavía tenemos Calamaro para rato.
Andrés, ¡eres un fenómeno!
La prensa ha dicho:
Enamorado y padre reciente, se le ha puesto un cuerpo de rockero maduro que ha pasado lo suyo y ahora se ríe hasta de su propia planta.
Andrés Calamaro, en lo alto del cartel, ya no tiene incertezas en lo que a conciertos se merece, y su banda, de rock atacado y cañero, arrancaron de todos los allí reunidos todo tipo de 'oe, oe, oe' y ovaciones.
No es que sea un Fred Astaire al baile, pero se mueve con la tosca autenticidad de rockeros como Springsteen.
Y aún hay más: en breve, el maestro publicará una monumental antología con más de 100 canciones repartidas entre seis cedés, tres con el repertorio oficial de su carrera y otros tres de más difícil escucha para el no fan con inéditos, maquetas, directos... acompañado de un dvd con actuaciones, vídeo clips... lo dicho, mucho Calamaro
8 comentarios:
Guau. Tras leer tu crónica, entiendo por qué te gusta tanto Calamaro. Creo que hay momentos y momentazos para cada uno de nosotros, sin duda para tí; los momentos en concierto con Calamaro deben ser inolvidables.
Me alegro de que te lo hayas pasado genial y de que haya sido un éxito, que por lo que veo... ¡la cosa va para largo!
Mira que me extraña que un ser bineuronal como tú sea capaz de escribir esta pedazo de crónica. De acuerdo en casi todo, lo mejor sin duda fue "Paloma" como fin de fiesta con el público enloquecido y entregado.
Por cierto, se engrosa la lista negra que inauguró hace tres años un tal Niño Josele, aunque esta vez no hubo comentarios irrespetuosos.
Esos dos tangos en solitario con Tito Dávila era imprescindible para que te diese tiempo a pedir esos minis....
¿El de la foto es Gillermo Toledo?
Sí es él. Estuvo por allí y subió al escenario a cantar una canción junto con Los Delinquentes.
HAZTE DONANTE DE ORGANOS: Colabora con poco y cambias la vida de mucha gente
HAZTE DONANTE DE ORGANOS: Colabora con poco y cambias la vida de mucha gente
Me lo perdí. Graciaas por compartir esta emocionante crónica.
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