Hay grafitis y grafitis, algunos no dejan de ser ruido en la contaminación visual diaria pero hay otros que no se te van de la cabeza y sigues viéndolos aun cuando han vuelto a pintar la pared, como cada vez que paso por la calle montera, que giro la cabeza buscando el grafiti de Muelle, ¿sigue allí?
A mí siempre me gustaron más los de plantilla, tienen algo de premeditación y alevosía que los convierte en pequeñas joyas visuales. Será que he vuelto a ver la página de Bansky y que como cada vez que la visito me entran ganas de salir esta noche a manchar algunas paredes, será...
4 comentarios:
¡Hombre! Por fín te tenemos por aquí y no como simple lector. Me alegro.
A mi los grafitis nunca me han gustado, salvo aquellos que están currados y que más que grafitis son obras de arte, porque van más allá de la "firma" o el "texto" para pasar a ilustración, caricatura, paisajes, etc... Ahí sí que admiro el trabajo de esta gente.
El grafiti del muelle nunca lo llegué a ver; qué poco me fijo en las cosas...
Steve, efectivamente, se dan dos de los tres casos: 1.- Soy muy despistao y 2.- Soy muy crio. Pero además, hasta hace unos años no vivía en Madrid; por lo que es muy posible que haya estado fuera de onda en esta "cultura" underground de los 80.
De todas formas, me sorprende que definas como "mito" a un tio que se dedicaba a ensuciar las paredes. Me remito a mi anterior post, firmitas (¿por eso se les llama "flecheros"?) de ese tipo, no las considero arte.
Pero fíjate, lo de Vota Dier, sí que los he visto. :P
Triki, tio...
Muelle es un mito, fué uno de los primeros grafiteros españoles. No es imprescindible conocerlo pero tachar sus grafitis de firmitas...
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