17 de junio de 2008

Nunca apagues las llamas de una sartén con agua

Puesto que ya hemos colgado alguna que otra receta por ahí suelta en la sección "Hoy cocinas tú", aprovecharemos también para dar algunos trucos útiles a la hora de trastear entre cacharros.

Imagina que la sartén en la que vas a freír algo, empieza a soltar más humo del habitual, mucho más, hasta el punto en el que el aceite (superados los 300 grados) empieza a arder ¿cómo apagas esas llamas?

Muy posiblemente, la primera idea de bombero que se te ocurrirá será la más peligrosa: apagar las llamas con agua, algo que nunca debes hacer, puesto que lo único que conseguirás es avivar el fuego, una gran llamarada y que, con un poco de suerte, todo acabe en pintar la cocina, cambiar algún mueble y dar parte al seguro, ya que los riesgos son máximos, como puedes ver en el siguiente vídeo.


Así que memoriza el consejo: la mejor opción de apagar el fuego de una sartén es cubrir la sartén con un paño, mejor si está húmedo, y esperar a que se consuma el oxígeno. Otra opción, en caso de que el fuego no sea muy grande, sería vaciar la botella de aceite en la sartén. Pero nunca con agua.

2 comentarios:

Hokane dijo...

Interesante consejo. La teoría la conocía, pero no había visto la práctica. Debo admitir que impresiona.

El abuelo dijo...

Creo que también si le echas sal se apaga. No una pizquita, claro.

Encadenados

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