Por si no os habéis enterado...

España es la finalista de la Copa de Europa. Bueno, toda España no, solo los veintitantos que están en Austria viviendo a cuerpo de rey.

Y los otros, los del palco, también tan contentos, así tienen excusa para viajar a Austria (o quedarse) a todo trapo, que está lloviendo y se está fresquito, no como los 40 millones de pobres que tenemos que trabajar para ganarnos la vida aunque haga un calor de espanto y tengamos una crisis destructiva. Pero, eso da lo mismo, lo importante es que somos finalistas. Pan y circo, como decían los césares y dentro de poco, solo circo.