12 de noviembre de 2008
El zulo. Labor social
He de reconocer que me puse un poco nervioso cuando la vi acercarse hasta donde yo estaba. Era una chica joven y morenita, que nada más saludarme, para desilusión mía, me mostró la foto de un perro para preguntarme si me sonaba haberlo visto, que lo había perdido. Como yo no lo reconocí, no me gustan los perros y no me fijo en ellos (bastante tengo con fijarme en donde piso para no irme con una de sus plastas hasta casa), con irremediable desilusión me pidió que mostrase a todos mis amigos y conocidos la fotocopia que me hacía entrega. Y como yo soy muy obediente, la chica estaba muy bien y a muchos de vosotros os sufro como amigos y conocidos, pues ahí va la foto y los datos de contacto.
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1 comentario:
Ohhh, yo sé lo que es perder a un perro (aunque la mía apareció) y es de lo peor. No vivo en madrid, así que no puedo hacer mucho; pero por lo menos pasaré a dejar mi apoyo.
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